¿Un minuto de silencio?

Porque para mí que la afición del Atlethic de Bilbao que se ha trasladado a Zaragoza no sabe lo que es eso.

El minuto de silencio venía a cuento del fallecimiento del exjugador del Zaragoza Santos, de los Magníficos. Pitido del silbato del arbitro, todo el mundo en pie, se hace el silencio...y los vascos empiezan a gritar consignas de las suyas. A saber que habrán dicho; pitidos de la gente en contra suyo y así ha pasado el minuto en "silencio".

Y mi reflexión es: ¿qué ideología puede defender esta gente, que no sólo contentos con los asesinatos, son capaces de politizar hasta la muerte de un jugador? Porque digo yo, qué culpa tendrá el fallecido del mal llamado conflicto vasco (que el hombre era jugador de fútbol, no político). Además, tener que recurrir a un partido de fútbol para expresar sus ideas políticas... Sólo demuestran con esta falta de respeto que su ideología está tan vacía de contenido como sus cabezas.

Supongo que habrá seguidores del Atlethic que no sean así, pero visto lo visto, los que han venido a Zaragoza bien que han demostrado esta actitud.

Tengo una pregunta

Interesante reflexión, un poco sin sentido, pero es una buena forma de introducción de la clave del vídeo, la pregunta a los políticos:

¡A estudiar!

El miércoles tengo el segundo examen de este cuatrimestre, y se presenta un poco más difícil que el de este viernes, así que con vuestro permiso dejaré de escribir hasta el miércoles o el jueves.

¡A pasar buena semana y suerte a los que también estéis de exámenes!

Una cita para pensar

¿Quién es libre? El sabio que puede dominar sus pasiones, que no teme a la necesidad, a la muerte ni a las cadenas, que refrena firmemente sus apetitos y desprecia los honores del mundo, que confía exclusivamente en sí mismo y que ha redondeado y pulido las aristas de su carácter.

Quinto Horacio Flaco (65 AC-8 AC) Poeta latino.

¿Votar a los 16?

Sí, como veis ultimamente hay muchos artículos de política, pero es lo que tienen las elecciones, que dan para hablar mucho.

El líder de la coalición de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, propuso ayer en un instituto de Zaragoza, la reducción de edad para ejercer el derecho al sufragio a los 17 años, y más adelante hasta los 16 años:

Heraldo.es

Como sabréis del anterior artículo, para mí el derecho al sufragio es muy importante, y en fin, me parece que la mejor solución no es reducir la edad de los votantes más.

18 es una cifra razonable, igual un poco baja, pero bueno, se puede empezar a conducir a los 18, además de otras actividades, así que parece lógico que también se pueda votar entonces.

Con 16 años nadie se ha decantado por una carrera, ni casi se ha estudiado asignaturas que puedan ayudar al desarrollo crítico de la mente (un poco de ética nada más) ya que filosofía se suele empezar a estudiar en 1º de Bachillerato.

De todas formas, tiene toda la pinta de ser más una idea electoralista, que más quiere oír un joven que el hecho de que le den responsabilidades de adulto.

Votar o no votar

He ahí la cuestión.

En relación al claro bipartidismo español, generalmente, tanto se asume la idea del voto útil (ya hablé de ello en otro artículo) como la de no ir a votar.

Nuestra Constitución, la de 1978, dice en su artículo 23.1 que "los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal". Es decir, de forma vulgar, tenemos el derecho de elegir a los que van mandar y dirigir el país los siguientes cuatro años.

Pero en este caso, mucha gente opina, para qué votar, si son todos iguales, no dan palo al agua, no dan beneficios... En mi opinión se recurre a la queja fácil, no se vota porque no hacen nada, pero tampoco se hace nada por evitar que no hagan nada. Me explico. Si votasen, aunque fuese a una fuerza minoritaria que no vaya ni siquiera a ser representada en las Cortes, habrían elegido democráticamente al que querrían que fuese su representante, y en ese caso, si que podrían achacar al resto de fuerzas representadas en el Parlamento que no hacen nada; y lo mismo si votasen a un partido con representación podrían protestar que no cumplen con sus promesas electorales.

A lo que quiero ir es a que en España, a diferencia de otros países (como Argentina o Países Bajos) el sufragio es sólo un derecho, pero que en mi opinión genera (o debería generar) un deber moral o ético, el de que si no quieres ir a elegir a los que te gustarían que fuesen tus representantes, luego no tengas la indecencia de protestar de lo que hacen los que estén en el Parlamento.

Adios Garitano

Una semana ha durado. Adujo motivos personales, pero puede haber dos causas: por un lado, los contactos con Irureta para contratarlo como entrenador para la temporada que viene, por otro lado, como no, el majo de D'Alessandro.

A este último, ni lo quería Garitano ni lo quiere la afición (miento, un saludo para el chico situado en la fila posterior a la mía, que no se porqué siempre lo defiende), pero claro, a Agapito le cae bien y se lleva bien con él; solución: no echarlo, que para eso pone Agapito el dinero.

Y lo que está pasando es que el Zaragoza parece más un equipo familiar, y no porque al fútbol vayan el niño, los padres y el abuelo. No. Parece familiar porque son los señores Bandrés e Iglesias (Agapito, no Marcelino, que este segundo cumple muy bien con sus funciones, y esta vez no lo digo con ironía) los que mueven todo el cotarro, deciden hacer y deshacer sin tener en cuenta el interés de los aficionados.

Pues nada, que sigan a lo suyo, aunque en mala hora el señor Bandrés dejó la política (que así por lo menos no daba tanto mal) y el señor Iglesias dejó lo que estuviese haciendo (que poco más me da lo que fuese).